Vencido pero vivo
Era un día de resaca, de esos en
los que cuesta encenderse el siguiente cigarrillo. Había salido de casa porque
su situación familiar le invitada a irse. Había paseado horas y ahora estaba
sentado en una calle gris. Miraba sin alegría su reflejo en el agua oscura de
un charco callejero, y entre el humo, pudo ver el retrato del que se sabe vencido
pero vivo*. Se dibujó una sonrisa burlona y volvió a caminar.
*“del que se sabe vencido pero vivo”, canción “De
paseo por la memoria”, disco “Humo de contrabando”, Sinkope.